¿Qué es un chemtrail?
Un chemtrail es una línea blanca
que un avión deja tras de sí a su paso por el cielo y que se ensancha hasta
convertirse en una nube artificial.
¿Qué significa la palabra inglesa chemtrail?
La palabra inglesa chemtrail (pronunciada [kémtrel] ) es un acrónimo formado por la unión del adjetivo chemical y del sustantivo trail, y significa ‘estela química’.
¿Son normales los chemtrails?
No. No es normal que un avión expulse una estela
persistente y mucho menos que esta se transforme en una nube. Lo normal es que,
si un avión deja una estela de vapor de agua, esta se deshaga rápidamente: es
lo que se conoce como estela
de condensación, condensation trail o contrail, que solo se produce a gran
altura y en un ambiente seco. La diferencia se puede ver en este vídeo:
¿Cómo podemos distinguir una nube natural de una nube artificial?
Mirando lo que ocurre en el cielo a diario, podremos
comprobar que las estelas persistentes unas veces se ensanchan poco a poco para
dar lugar a nubes blancas translúcidas, largas y aplastadas; otras veces se
convierten en una especie de cirros aplastados; otras veces les salen largos
flecos, como si las hubieran peinado con un rastrillo, y en otras ocasiones las
estelas se difuminan blanqueando el azul del cielo, a veces dejándolo como un
encerado en el que se notan los trazos del borrador lleno de tiza que se ha
utilizado para limpiarlo. Probablemente esto signifique que los aviones
sueltan varios tipos de sustancias.
Por otro lado, las nubes naturales pueden ser de
varios tipos, pero en general tienen volumen, tienen tres dimensiones bien
visibles en lugar de dos, son esponjosas y tienen partes más blancas y partes
más grisáceas, llegando a ser, como todo el mundo sabe, de color gris oscuro
cuando están a punto de descargar el agua.
¿De qué clase son los aviones que dejan estas estelas en el cielo?
Hay investigadores que afirman que se trata de
aviones comerciales en los que se ha habilitado un depósito que contiene el
producto que se va a expulsar en pleno vuelo. Y aunque esto puede ser verdad, y
de hecho a veces hemos visto estelas largas dibujadas por aviones grandes,
podemos dar fe de que los aviones que fumigan Madrid son, en general, aviones
pequeños (muy probablemente militares) que surcan el cielo a gran velocidad y a
mucha altitud, y que trabajan en grupo. En ocasiones trazan chemtrails
paralelos; otras veces dibujan grandes equis en el cielo que posiblemente
sirvan de señal a los satélites que están más arriba; también es
frecuente que un avión con estela larga sea escoltado por otro con estela
corta, o que un avión repase la estela dejada por otro, o que la estela se
interrumpa y vuelva a surgir.
¿De qué sustancias están compuestos los chemtrails?
También existen distintas teorías al respecto.
Unas dicen que las estelas químicas están compuestas de partículas desecantes;
otras denuncian que contienen metales tóxicos como el aluminio y el bario, cuya
presencia en la biosfera está aumentando. También se habla de microorganismos
sintéticos, de fibras pegajosas y de nanopartículas que se ensamblan en el
interior de nuestro organismo. Podemos dar fe de que la lluvia de fibras
pegajosas que semejan telarañas es real: fuimos testigos de este fenómeno en el
barrio madrileño de Las Tablas el 29 de octubre de 2011 tras una fumigación.
En el documental de 2010 titulado What in the world are they spraying? (¿Con qué diablos nos estan fumigando?), de Michael Murphy, hay más información:
¿Cual es el objetivo de la fabricación de nubes artificiales?
El objetivo más visible es la destrucción de las
nubes naturales. Esto es algo que se puede comprobar a simple vista: los
aviones fumigan por encima de las nubes naturales, estas se desintegran,
quedando a veces aplanadas, y como consecuencia de ello no llueve. El fenómeno
de las nubes lenticulares
podría estar relacionado con los chemtrails. Pero distintas voces nos
alertan a través de Internet de que la
manipulación de los fenómenos meteorológicos no es el único objetivo de
estas operaciones. Los chemtrails podrían estar relacionados con la
difusión de enfermedades, con programas
de control de la mente y del comportamiento de los seres humanos, con la
destrucción intencionada del mundo vegetal para sustituir las plantas naturales
por plantas sintéticas, y con la modificación del ADN de las personas.
El documental de 2012 titulado Why in the world are they spraying? (¿Por qué diablos nos están fumigando?), de Michael Murphy, ofrece más información:
¿En qué países se están llevando a cabo estas operaciones?
La fumigación diaria de las ciudades y los campos
tiene lugar en la mayoría de los países de Europa y del continente americano,
Estados Unidos incluido. Se trata de un proyecto de Geoingeniería de alcance
mundial que seguramente cuesta muchísimo dinero. Al parecer hay países como
China que quedan fuera del programa.
En el portal aircrap.org (aircrap significa literalmente ‘porquería en el aire’) hay videos de chemtrails grabados en distintos países del globo.
¿Qué es la Geoingeniería?
La Geoingeniería
es la ciencia que promueve la modificación artificial de determinadas
condiciones naturales del planeta Tierra, entre ellas los fenómenos
meteorológicos y los fenómenos geológicos.
¿De que herramientas se sirve la Geoingeniería para tratar de manipular las condiciones naturales de nuestro planeta?
Según distintas fuentes de Internet, la
Geoingeniería no solo se sirve de los chemtrails, sino que también
utiliza para sus fines las antenas de telefonía móvil y varios campos de
antenas que bombardean la ionosfera desde distintos puntos del planeta (HAARP).
Otra herramienta podrían ser las bombas nucleares que activadas en distintos
puntos de la costa de un país podrían dar lugar a terremotos.
¿En qué partes de España se realizan estas fumigaciones?
Prácticamente en todos los grandes núcleos
urbanos. En Madrid, por ejemplo, es muy frecuente que un grupo de aviones
sobrevuele la capital a gran altitud y a una velocidad enorme dejando el cielo
lleno de rayas que terminan ensuciándolo. Podemos dar fe de que también fumigan
la sierra de Madrid.
¿Cómo es que la gente no se da cuenta de que nos están fumigando?
La gran mayoría de la gente no mira al cielo más
allá de unos segundos al día. Y cuando comentamos este asunto con otras
personas, lo normal es que se muestren incrédulas y que nos tomen por locos.
Aquello que es negado o ridiculizado por la prensa y los canales de televisión
sencillamente no existe.
¿Qué efecto tienen en la salud de las personas las sustancias que componen los chemtrails?
Las sustancias que componen los chemtrails
terminan cayendo al suelo y también penetran en el organismo de las personas y
de los animales a través de las vías respiratorias. Estas partículas presentes
en el aire son probablemente la causa de fenómenos como esas extrañas neblinas
que a deshora dificultan la visibilidad y esos olores desagradables y
desconocidos hasta hace poco que la gente suele achacar a la contaminación
provocada por los automóviles.
El hecho de que determinadas enfermedades graves
como el cáncer, el alzhéimer, las enfermedades respiratorias y las alergias
afecten actualmente a tantísimas personas sencillamente no es normal, y las
sustancias presentes en el aire que respiramos podrían estar detrás de estos
males. Se sabe que el aluminio,
por ejemplo, afecta negativamente a nuestro sistema nervioso y está relacionado
con el alzhéimer.
Los chemtrails también podrían ser la causa de la
enfermedad
de Morgellons.
¿Qué efecto tienen estas sustancias en los animales y en las plantas?
Las fumigaciones podrían ser una de las causas de
las extinciones masivas de especies de las que oficialmente se culpa al
¨calentamiento global antropogénico¨. La decadencia
de los árboles y la transparencia de sus copas debido a la escasez de hojas
también se atribuyen al aluminio que cae del cielo.
¿Cómo es posible que los grupos ecologistas no digan nada sobre este asunto?
La mayoría de los activistas que apoyan a las
organizaciones ecologistas son buenas personas que desean lo mejor para la
humanidad y para los demás seres vivos que pueblan el planeta Tierra. Sin
embargo, a través de Internet nos hemos enterado de que las organizaciones
ecologistas más conocidas han recibido dinero de las familias de banqueros que
dirigen la política mundial. Los ecologistas apoyan sin reservas la tesis
de que la actividad industrial está provocando un calentamiento de nuestro
planeta, y es probable que les hayan contado que los chemtrails sirven
para frenar dicho calentamiento.
¿Es cierto que la actividad industrial de los seres humanos está provocando un cambio climático en el planeta Tierra?
Hay
muchos científicos que lo niegan, y se sabe que los datos que pretendían
demostrar que la Tierra se está calentando han sido falseados. La tesis del
efecto invernadero provocado por el dióxido de carbono procedente de la
actividad industrial ha servido para que tengamos que pagar más impuestos y
para que nos obliguen a sustituir las bombillas tradicionales por otras que son
mucho más caras y que además son tóxicas. Son muchos los portales de Internet
que denuncian que los programas secretos de manipulación artificial del clima
son la verdadera causa de los desastres “naturales” con los que la televisión
nos bombardea continuamente.
Algunos de los portales que denuncian la
existencia de estos programas son los siguientes:
Despertares
Chemtrails.foroactivo.com
Biblioteca chemtrails
Geoengineering watch
Observatorio de Geoingeniería en España
Aircrap
About the Sky
Agriculture Defense Coalition
¿Cómo es posible que los gobiernos permitan estas operaciones de geoingeniería?
Los gobiernos occidentales están traicionando una
vez más a los ciudadanos de sus respectivos países. En España, nos fumigaban
con Zapatero y nos siguen fumigando con Rajoy. Esta constatación, basada en la
observación diaria del cielo, se une a acciones despreciables como la
ocultación de pruebas en la masacre del 11 de marzo de 2004, la corrupción de los
ladrones con corbata que saquean nuestro país, la apología subliminal o
descarada del consumo de drogas, la protección de los terroristas por parte de
los partidos mayoritarios, la desidia en la lucha contra los incendios
forestales provocados y la cruel persecución de aquellos periodistas e
investigadores que han osado destapar estos hechos ante la opinión pública.
Cada vez hay más gente convencida de que la democracia de la que tanto nos
hablan es una farsa.
Con respecto a las fumigaciones, es seguro que la
mayoría de los políticos no tienen ni idea, sobre todo a nivel local, pues como
la mayoría de la gente, levantan poco la mirada al cielo. Los que, a un nivel
más alto de la administración del Estado, hayan dado el visto bueno a estas
operaciones, o bien han sido engañados y se han tragado lo de que el objetivo
es la lucha contra el cambio climático o la protección de la población frente a
las radiaciones solares, o bien han sido amenazados.
¿Cómo intentan los promotores de estas operaciones secretas que la población asuma la presencia de chemtrails en el cielo como algo normal?
Pues, como ocurre con el fomento de la
drogadicción, a través de los medios de comunicación: bien por medio de
anuncios publicitarios y programas de televisión en los que de fondo aparece
con frecuencia un cielo rayado (pensemos en las actuales cortinillas de los
intermedios de Televisión Española); bien por medio de películas de dibujos
animados destinadas a los niños en las que también se ven chemtrails,
bien por medio del retoque digital de las nuevas copias de películas antiguas
como Sonrisas y
lágrimas, en las que el cielo aparece más blanco que en la obra original.
Los siguientes vídeos ofrecen ejemplos de esta manipulación:
A esto hay que añadir la producción de películas
que tratan estos temas de una manera superficial y como una pelea entre buenos
y malos en la que al final ganan los buenos, como por ejemplo Toxic
Skies (Cielos tóxicos), de Andrew C. Erin,
emitida por La 2 el 21 de enero de 2012 a las 21 horas, y Megastorm,
eve of destruction (La gran tormenta), de
Bradford May, emitida por La sexta el 5 de diciembre de 2012 a las 22.30 horas.
Tras verlas, los espectadores quedan convencidos de que estos temas pertenecen
a la ciencia-ficción.
Por último, citemos el programa Cuarto
Milenio, de la cadena Cuatro, que en varias emisiones ha tratado el asunto
de los chemtrails y que la última vez (5
de noviembre de 2012) levantó ampollas en los foros de Internet:
¿Que podemos hacer para luchar contra las fumigaciones a las que nos están sometiendo?
Pues de momento, como los ciudadanos no podemos
lanzar misiles a los aviones que nos fumigan, lo poco que podemos hacer es
transmitir la información a los demás, animarlos a que observen lo que ocurre
en nuestro cielo y a que investiguen en Internet, con el fin de que un
sentimiento de indignación se extienda entre la población. De momento, como
son pocas, las quejas ante la administración y las llamadas al 112 solo
obtienen como respuesta la negación de lo que es evidente. El problema es que
la mayoría de la gente no quiere abrir los ojos ante esta realidad, y muchas
veces recibiremos malas respuestas y además nos tildarán de locos.
Por otro lado, aunque es difícil no sucumbir a la
tristeza, tenemos que tratar de no deprimirnos ante estas noticias. En un
ambiente tóxico, debemos procurar que nuestro sistema inmunológico no decaiga
para que no contraigamos ninguna enfermedad. También, aunque parezca una
tontería, tenemos que romper con la tradición de tratar mejor a las personas de
fuera de nuestra familia que a nuestros familiares. Una discusión con nuestros
seres queridos puede ser la puntilla que termine de desgastar a nuestras
defensas frente a las agresiones que recibe nuestro organismo a través del aire
que respiramos y de las radiaciones. Por favor, no a la violencia doméstica. No
a la crítica cruel hacia las personas que más nos quieren. Parece mentira que
la gente no se quiera dar cuenta. El hecho de ser conscientes de las
barbaridades que nos están haciendo los que dirigen la política y la economía
mundiales debe servir para que tengamos más compasión hacia las personas que
nos rodean y para que las tratemos con más cariño. Los seres humanos
no somos tan malos como nos quieren hacer creer a través de los medios de
comunicación: gracias a nuestra inteligencia, y también movidos por el amor y
la solidaridad, somos capaces en potencia de realizar grandes hazañas, y es
mentira que seamos una plaga para el planeta Tierra. A la gran mayoría de las
personas les disgusta la destrucción del medio natural. Nosotros somos más numerosos
que los que han ideado estos programas de envenenamiento, y tenemos que estar
unidos para pararles los pies.
Si tienes duda de lo que aqui se explica, da una vuelta por Internet, solo tienes que buscar chemtrail
Si tienes duda de lo que aqui se explica, da una vuelta por Internet, solo tienes que buscar chemtrail
Muy interesante información cuando precisamente gobierna la desinformación en lo que respecta a los chemtrails. Esta practica desafortunadamente se esta haciendo habitual, concretamente en Sevilla, donde resido, se ven casi a diario muchísimas estelas que perduran durante horas antes de convertirse en unos cirros artificiales de vete a saber qué sustancia.
ResponderEliminarÁnimo a que se siga investigando. Por cierto, dichas estelas no coinciden con las rutas comerciales de los aviones según diferentes programas de seguimiento de rutas aéreas en tiempo real.
También vivo en Sevilla y la mayoría de las noches pasan! Esta situación tiene que acabar
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