El
vandalismo que no cesa en el Parque de María Luisa
Decapitan la escultura de la glorieta de Luis Montoto, una obra
contemporánea del escultor trianero Emilio García Ortiz.
Juan Parejo | Actualizado
02.07.2013 - 09:37
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Un problema que se repite y que tiene una difícil solución. El Parque de
María Luisa vuelve a sufrir un acto vandálico que ha destrozado uno de sus
monumentos. Esta vez le ha tocado a la glorieta dedicada al literato y cronista
Luis Montoto, un recinto que está muy próximo a la Plaza de España. Los
protagonistas de este triste suceso han destrozado la cabeza de la escultura de
la mujer que descansa sobre el estanque. Los restos del suceso eran visibles
este pasado fin de semana en la base de piedra de la escultura y en el estanque
de agua que la cobija. No es la primera vez que este conjunto, realizado por el
escultor Emilio García Ortiz, sufre las consecuencias del vandalismo y de la
falta de civismo que asuela la ciudad y que se traduce en estos ataques a sus
principales monumentos. En el año 2010, el Ayuntamiento invirtió más de 140.000
euros en la restauración de esta glorieta y en la de los Álvarez Quintero, Los
Toreros, Juanita Reina, Los Lotos, Las Ranas y el Estanque de los Leones.
La glorieta de Luis Montoto fue inaugurada el 1 de marzo de 1959 y está situada al lado de la glorieta de los Lotos y entre las de Bécquer y Luca de Tena. Sus motivos principales lo constituyen un liviano estanque en el que se puede ver una figura femenina recostada delante de un gran mural cerámico calado en tonos azules y verdosos que le sirven de fondo, todo rematado por un reloj realizado en el mismo material. Cuenta con varios pequeños surtidores de agua. Su autor, Emilio García Ortiz, nació en Sevilla en el año 1929 y falleció en febrero de este mismo año. Realizó estudios universitarios y fue profesor de modelado en la escuela de Artes Aplicadas. Después continuó como profesor de escultura y cerámica en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla. Fue nombrado Trianero de Honor y recibió la medalla de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. De estética postmodernista, el material con el que más trabajó fue el barro cocido y policromado.
Es uno de los grandes innovadores de la cerámica sevillana de los años 60 y 70. En su obra realzó los conceptos estéticos de las vanguardias centroeuropeas, los llevó a la escultura y los fusionó con la cerámica tradicional. No se entendería la cerámica de esas décadas sin su aportación. Entre sus obras destacadas figuran, además de la dedicada a Luis Montoto, el monumento a Fray Bartolomé de las Casas, junto al Puente de Triana; los trabajos religiosos realizados para la parroquia de San Ignacio de Loyola del Polígono de San Pablo o las múltiples obras realizadas para diferentes monumentos del Parque, como las niñas de la Plaza de América.
El destrozo en la obra de García Ortiz no es un hecho aislado en el Parque de María Luisa, cuyo elemento más representativo, la cerámica, es muy delicado. Hace apenas un mes, este periódico se hizo eco de los daños ocasionados en la Plaza de España, monumento proyectado por Aníbal González, restaurado hace dos años con una importante inversión. Algunos de sus elementos cerámicos habían sido arrancados y robados.
La glorieta de Luis Montoto fue inaugurada el 1 de marzo de 1959 y está situada al lado de la glorieta de los Lotos y entre las de Bécquer y Luca de Tena. Sus motivos principales lo constituyen un liviano estanque en el que se puede ver una figura femenina recostada delante de un gran mural cerámico calado en tonos azules y verdosos que le sirven de fondo, todo rematado por un reloj realizado en el mismo material. Cuenta con varios pequeños surtidores de agua. Su autor, Emilio García Ortiz, nació en Sevilla en el año 1929 y falleció en febrero de este mismo año. Realizó estudios universitarios y fue profesor de modelado en la escuela de Artes Aplicadas. Después continuó como profesor de escultura y cerámica en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla. Fue nombrado Trianero de Honor y recibió la medalla de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. De estética postmodernista, el material con el que más trabajó fue el barro cocido y policromado.
Es uno de los grandes innovadores de la cerámica sevillana de los años 60 y 70. En su obra realzó los conceptos estéticos de las vanguardias centroeuropeas, los llevó a la escultura y los fusionó con la cerámica tradicional. No se entendería la cerámica de esas décadas sin su aportación. Entre sus obras destacadas figuran, además de la dedicada a Luis Montoto, el monumento a Fray Bartolomé de las Casas, junto al Puente de Triana; los trabajos religiosos realizados para la parroquia de San Ignacio de Loyola del Polígono de San Pablo o las múltiples obras realizadas para diferentes monumentos del Parque, como las niñas de la Plaza de América.
El destrozo en la obra de García Ortiz no es un hecho aislado en el Parque de María Luisa, cuyo elemento más representativo, la cerámica, es muy delicado. Hace apenas un mes, este periódico se hizo eco de los daños ocasionados en la Plaza de España, monumento proyectado por Aníbal González, restaurado hace dos años con una importante inversión. Algunos de sus elementos cerámicos habían sido arrancados y robados.
En nombre de la Plataforma Ciudadana por los Parques, Jardines
y Paisaje de Sevilla, nuestra más firme condena a los actos vandálicos que se
producen en la ciudad, a los que se producen en Nuestros Parques y Jardines y
de forma muy especial nuestra condena a los que se han propuesto destrozar
nuestro parque más emblemático y que es un referente de nuestra ciudad
Frente a estos vándalos salvajes, pedimos vigilancia. No se
si resulta más barato reponer que vigilar, lo que sé es que hay cosas que son
irreemplazables
También hay que pensar que los ciudadanos educación y responsabilidad
merecemos un respeto. Destruir el patrimonio que es de todos es faltar a ese
respeto. En esto deben de pensar las autoridades y buscar el medio o la forma
de evitar se cometan estos actos
Vigilancia y castigo, pero castigo ejemplar, en el momento en que vulneran los derechos de
los demás, no puede nadie se respete los derechos de estos vándalos
Considero un castigo ejemplar devolver con creces el valor de
lo destruido, si no se goza de dinero, que será lo más probable, no vale
declararse insolvente, existe la opción de devolverlo trabajando y el ayuntamiento tienen muchos cometidos en
los que puede exigirles ese trabajo, sin excusas y sin pretextos
Sr. Alcalde. Mano dura con los que infringen las normas de
convivencia de la sociedad
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