Dragado del Guadalquivir
El Puerto de Sevilla está dispuesto a hacer lo que sea por conseguir
los permisos que le permitan hacer el dragado del río Guadalquivir. Poco
importa a la Autoridad Portuaria que esta faraónica obra suponga el colapso del
“Río Grande” y vertebrador de Andalucía, como han anunciado que sucedería las eminencias científicas que lo han
estudiado, o que afecte gravemente a la biodiversidad de Doñana, o que implique
la desaparición de los arrozales sevillanos, de los que viven miles de familias
y la economía de pueblos enteros. Para el Puerto de Sevilla esos sería, en todo
caso, daños colaterales de esta estafa a los ciudadanos
Porque el Guadalquivir, mal que le pese a la Autoridad
Portuaria de Sevilla, es patrimonio de la ciudadanía y no sólo de lals élites y
sirve para mucho más que para hacer dinero (o cobrarlo de Europa). Pero es que
los números además no salen. Las cuentas que hace el Puerto de Sevilla hacen
aguas.
todo parece indicar una burbuja de intenciones que, como
viene siendo habitual en los megaproyectos acabamos pagando después entre todos
Entonces ¿a que se debe este empecinamiento por hacer el
dragado del Guadalquivir? Un proyecto
con tanta polémica y críticas, al que se han sumado incluso alcaldes ribereños
a las voces ecologistas, científicas y académicas que dan la alarma sobre los
efectos letales de ese pretendido dragado , ¿No debería dejarse en suspenso
atendiendo, al menos, al principio de precaución? No. No hay tiempo. El Puerto
de Sevilla empezó la casa por el tejado, construyendo una esclusa descomunal
apoyada en los euros que llegaban de Bruselas
Una obra que no serviría para nada si no se aumenta la profundidad
del río. La voracidad portuaria `por coger el dinero europeo podría volverse en
su contra si antes de que llegue el 31 de diciembre de 2015 y suenen las 12
campanadas no tienen hecho, por el menos, una primera parte del dragado. De no
ser así, probablemente tendrían que devolver los millones de euros a Bruselas
porque la esclusa estaría condicionada al dragado del Guadalquivir para
aumentar su profundidad. Si no para que
hacer una esclusa para barcos de más calado si por donde no caben es por el
río. Han creado una burbuja económica que prefieren seguir hinchando porque no
se atreven a cargar con la responsabilidad de explotarla
La pesadilla del Puerto de Sevilla comenzó cuando el estudio
científico encargado al prestigioso catedrático y experto en dinámicas
fluviales Miguel Ángel Losada
y a un nutrido equipo de científicos, revelaba que el dragado
que quería hacer el Puerto de Sevilla, en las condiciones actuales del Río
Guadalquivir, supondrían su colapso.
Era imprescindible para el Puerto de Sevilla que los
científicos a los que había pagado un estudio le llevaran la contraria. Pero,
como ha dicho en muchas intervenciones el profesor Losada; La ciencia es la
ciencia. No parece pensar los mismo la Autoridad Portuaria de Sevilla que ya
anda reclutando científicos a golpe de contrato público a dedo
para que digan que el dragado es posible y que no pasa nada.
Avales científicos que parecen cortinas de humo, ya que fue el Puerto de
Sevilla quien retiró del río las
estaciones de medición que permitían extraer datos de la evolución del río.
Ojos que no ven….
Sin embargo el debate del dragado del Guadalquivir va más allá
de lo que digan los científicos. “No hay soluciones científico-técnicas, sino
aportaciones al debate social”, explicaba el catedrático de Geografía de la
Universidad de Sevilla, Leandro del Moral, ante un auditorio que llenó el salón
de plenos de Coria del Río (Sevilla) . en un tono conciliador y dialogante,
este profesor estrechamente vinculado al movimiento de la Nueva Cultura del
Agua, cambiaba la perspectiva del problema del dragado: el error es pensar que
es un asunto local. En efecto, el Puerto de Sevilla no cesa de decir que el
dragado del Guadalquivir es crucial para la supervivencia económica de Sevilla
¿Y los demás pueblos ribereños? ¿y Cádiz, con su puerto marítimo y, sobre todo,
sus caladeros donde muchas de las especies comerciales dependen del estuario?
¿Y los pueblos de Huelva (a menos de una hora de distancia del carretera de
Sevilla) y de Algeciras (cuyos ferroviarios para las mercancías se han
potenciado desde las administraciones)?
Hay múltiples enfoques. También sectorialmente. Para el
Puerto de Sevilla el Guadalquivir es sólo la vía navegable E-60-02. Pero el
Guadalquivir es mucho más. Del río de arroceros, agricultores, acuicultores,
pescadores, las salinas, el marisqueo, el turismo, otras industrias….
Y además, está Doñana. Un símbolo de la sostenibilidad que el
dragado que quiere hacer el Puerto de Sevilla pondría en serio peligro, como
adelanto la comisión de la Unesco que visitó recientemente el espacio natural. Un
dragado es todo lo contrario a algo
natural; es el parche que se le pone a una dinámica fluvial alterada, una
acción quirúrgica y artificial en contra de lo natural, de una actuación
adaptativa. Da igual que se hable de un metro y medio más de profundidad o de hacerlo en dos fases… Es otra vuelta de
tuerca a un proceso de transformación que ha ido estrangulando al río hasta el
punto de que apretar más supondrá la asfixia
Pero ante todo, está la ciudadanía, Esa ciudadanía a la que
le han robado este debate sobre su río las élites; la política y la económica.
El Puerto de Sevilla se reúne con representantes políticos y empresariales y
hasta sindicales. Todos se frotan las manos pensando en la parte del pastel que
les va a tocar en el reparto del dinero que viene de Bruselas. Mientras el
Puerto se permite declarar indeseables en las reuniones a aquellos que osan
criticar una obra que sólo se mide en euros. No se admiten ciudadanos
no se reconoce la valía de los informes científicos
independientes y, sobre todo, no se permite mirar más allá del ombligo
sevillano
En el Puerto lo han reducido todo a la mínima expresión que establece
la Declaración de Impacto Ambiental: proteger las márgenes del río de la
erosión. Pero pensar que la actuación para proteger las márgenes del río y
gozar del aplauso de los científicos a sueldo que dicen que esta actuación no
afectará al Guadalquivir ni a Doñana, es demasiado simplista y, sobre todo, es
un cheque en blanco que podemos acabar pagando todos. Eso sí, al Puerto de
Sevilla le salvaría de tener que devolver el dinero europeo o de dar
explicaciones de una obra faraónica, la esclusa, que no sirve para lo que se
construyó y sólo es un nuevo monumento al despilfarro que se suma al de tantos
aeropuertos sin aviones que a los gestores de lo público les ha dado por construir.
Tal vez entonces digan cómo les Luthiers “Que alguien me explique qué tienen de
faraónicas estas pirámides”. El problema es que lo estarán diciendo gestores de
dinero público y no cómicos
Ricardo Gamaza
Foro
¿Y que es peor que una crítica? – La crítica constructiva. La
gente nunca te lo perdonará (Eliyahu M. Goldratt, La Meta, Madrid 1993,p.251)
Remitido Marisol: - fotografias propias
MAGNÍFICO ARTÍCULO. SALUDOS CORDIALES. ADOLFO FDEZ. PALOMARES.
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