Escuela de Jardinería Joaquin Romero Murube

Publicado en el Diario El Mundo

FORMACIÓN En el antiguo pabellón de Telefónica de la Expo del 29 de Sevilla Cierra la Escuela de Jardinería del parque sin que aclaren su futuroLa Junta y el Ayuntamiento no ofrecen una alternativa tras la quiebra de Forja XXI

Director de la Escuela de Jardinería del parque de Mª Luisa, José Manuel Rodríguez Pérez. 

EDUARDO DEL CAMPO Sevilla

Actualizado: 01/07/2014 10:17 horas

Se acabó. Después de catorce años de funcionamiento, la Escuela de Jardinería y Estudios Medioambiental Joaquín Romero Murube, en el parque de María Luisa, cerró ayer, sin que sus alumnos sepan dónde van a terminar sus estudios el año que viene. El centro de formación profesional que da sentido con su uso al antiguo pabellón de Telefónica de la Exposición Iberoamericana de 1929 vivió este lunes su última mañana en medio de la tristeza y la incertidumbre. La entidad que lo gestiona, la Fundación Forja XXI, que ha quebrado y en cuyo patronato se sientan las administraciones públicas e importantes empresas privadas, no ha informado a profesores y estudiantes sobre qué va a ocurrir con ellos en septiembre ni cuándo empezará a cobrar la plantilla los once meses que les adeuda, según explicaba ayer a este periódico el director de la escuela, José Manuel Rodríguez Pérez.

Este biólogo y paisajista lamentó que en el día en que la escuela cerraba ya de hecho al extinguirse los contratos de los nueve profesores y administrativos no acudiera «nadie», ni de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía, que financia estos cursos oficiales de FP, ni del Ayuntamiento de Sevilla, dueño del pabellón y los jardines que ocupa la escuela por cesión a Forja XXI. No acudió ningún representante de las administraciones relacionadas con la escuela ni de la fundación gestora pese a que, aclaró Rodríguez, habían pedido que vinieran para dar cuenta oficial del cierre del centro y traspasar tanto la documentación académica de los alumnos, en el caso de la Junta, como el pabellón, en el caso del Ayuntamiento.

El personal, que denuncia que Forja XXI le debe los salarios de 11,5 meses, incluidas las pagas extras, dedicó ayer su último día de contrato (la fundación les había notificado la extinción de la actividad a mediados de junio) a empaquetar sus pertenencias, como las que llenan el despacho del director con catorce años de enseñanzas e investigaciones botánicas.

Precisamente ayer se celebró un primer juicio de otros trabajadores de Forja XXI que perdieron sus empleos antes y que reclaman a la fundación, inmersa en un concurso de acreedores, sus sueldos atrasados.

Sin solución

Ni desde la Delegación de Educación ni desde el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla supieron ayer explicar qué solución, si es que hay pensada una, se va a dar a la escuela ahora cerrada, si la Junta se hará cargo de ella (en la medida en que aquí se impartían con sus fondos cursos reglados de FP) y si el Ayuntamiento recuperará el pabellón para otros usos o aceptaría mantenerlo como centro formativo de jardinería.

De hecho, la falta de respuesta de las administraciones a este cierre anunciado ha indignado particularmente a plantilla y estudiantes, que han señalado en varias protestas en las últimas semanas que ya venían advirtiendo de la necesidad de buscar una alternativa desde que Forja XXI les comunicó «en enero» la extinción de su actividad debido a sus graves problemas económicos.

Han pasado los meses y, como temían, el cierre se ha consumado sin que los estudiantes sepan dónde continuarán sus estudios. Aquí se imparte un grado medio de Jardinería y un grado superior de Gestión Forestal, ambos de dos años de duración. En total, en los dos ciclos había este curso 2013/2014 unos 120 estudiantes. La mitad, los que han terminado primero y deben aún cursar segundo, quedan ahora en el limbo, lo mismo que los que planeaban empezar primero. Los alumnos de Gestión Forestal, según explicaba el viernes un estudiante al que le queda segundo, tendrían que irse a terminar el ciclo a Cazalla de la Sierra o Bellavista, los únicos centros donde se imparte además de en la escuela del parque de María Luisa.

Ante la falta de información sobre su futuro, lo único claro es que docentes y alumnos se han organizado para cuidar los jardines de su escuela tres días a la semana durante el verano. Gratis. Por amor a las plantas.