Hoy a las
3:23 PM
CONCENTRACIÓN CONTRA EL ARBORICIDIO
Día: 19 de septiembre de 2014 (viernes)
Hora: 19:00
Lugar: Torre del Oro
EL
FRANCOTIRADOR
'Arboricidio' consumado
MANUEL JESÚS FLORENCIO
Actualizado: 14/09/2014 11:37 horas
ZOIDO HA consumado la tala de los plataneros de la calle Almirante Lobo y
ha tratado de justificarla a posteriori con argumentos distintos a los dos que
dio hace más de un año, cuando junto con Vílchez anunció el proyecto de
sustituir los árboles ahora talados por sophoras japonesas: que los plataneros
estaban muy deteriorados y que impedían la visión de la Torre del Oro desde la
Puerta de Jerez.
Recordemos lo escrito aquí hace 15 meses a raíz de aquel alarmante anuncio,
tras inspeccionar los árboles uno por uno y comprobar las sinrazones de Zoido:
«La coartada de que los plataneros de Almirante Lobo están muy deteriorados y
que por eso hay que sustituirlos por sophoras es un cuento chino o japonés. Si
se toman la molestia de examinar todos los árboles de esta vía pública desde la
Puerta de Jerez comprobarán que hay ocho plataneros en la acera de la derecha.
Destaca el de gran porte que vigila la embocadura de la calle Habana, vía de
acceso a la Casa de la Moneda. De los ocho, tres son ejemplares de nueva
plantación (6 o 7 años), apreciable por el escaso diámetro de sus troncos, y en
absoluto deteriorados; y dos de porte mediano, también más recientes que los
dos de gran copa, y asimismo en buen estado».
Medio siglo más
«En la acera de la izquierda -continuaba- hay una doble hilera de
plataneros: veintidós en total. Trece son de gran porte y datan de la Expo del
29. Sus ramas alcanzan o incluso superan la altura del edificio Cristina. Nueve
son de plantación reciente, como denota el calibre de sus troncos, y están en
perfecto estado. En conjunto, en la calle hay 30 plataneros: quince grandes,
tres medianos y doce nuevos. A simple vista, los grandes no están en peores
condiciones que los de similar porte existentes en la Avenida de Roma y
Jardines de Cristina, y su supuesto deterioro podría paliarse con cirugía
arbórea y otros tratamientos selvícolas de conservación (así durarían 50 años
más). Si se tomara como referencia su estado actual, entonces habría que talar
el 80% de los plataneros de Sevilla. Sólo ocultan parcialmente la visión de la
Torre del Oro algunas ramas de los plataneros más próximos a la misma, que en
último extremo podrían podarse, y resubirse las copas. Con el mismo argumento
de Zoido de eliminar árboles para que se divise la torre se justificaría la
tala de los Jardines de Cristina para que se vea San Telmo; la de los
plataneros que ocultan con sus hojas el hotel Alfonso XIII, y los de la Plaza
Nueva, amén de las palmeras, para que el Ayuntamiento sea enteramente visible
desde el hotel Inglaterra».
Evitable
Por tanto, la tala no era inevitable, como afirma Zoido amparándose en los
informes de Parques y Jardines, en una demostración más de la mutación que ha
sufrido en el tránsito de líder de la oposición a alcalde. Recuérdese cómo a
raíz del arboricidio perpetrado por Monteseirín, Zoido proclamó que no se
cortaría un árbol más sin que él firmara el permiso. Ahora dice lo contrario:
que se han cortado porque así lo han firmado los técnicos, ya que él carece de
conocimientos para llevarles la contraria. ¿Los tenía entonces y ya no?
La Comisión de Patrimonio rechazó el proyecto presentado por el
Ayuntamiento de eliminar los árboles. ¿Qué hizo entonces el gobierno?
Encargarle a sus técnicos de obediencia debida que redactaran un segundo
informe en tono catastrofista sobre el supuesto peligro de que, por su
pudrición, los árboles se cayeran sobre los trabajadores; que sus raíces
estaban enroscadas alrededor de las tuberías del agua y la red de
saneamiento... para lograr que la Comisión declinara cualquier responsabilidad
y le diera vía libre.
Expertos subrayan la anomalía de que las raíces de los plataneros tengan
ese pretendido comportamiento y, en todo caso, nadie en la zona había sufrido
cortes de agua. Asimismo, resulta llamativo que se pudieran salvar mediante
técnicas especiales todos los plataneros colindantes con el hotel Alfonso XIII
durante la construcción del aparcamiento subterráneo de varias plantas en la
Avenida de Roma y que el Ayuntamiento sea incapaz de hacer lo mismo para
instalar unas simples tuberías.
Ni luces ni
taquígrafos
Los plataneros también han dejado en evidencia que Zoido no es el alcalde
de las luces y los taquígrafos que pregonaba. Ecologistas en Acción pidió
consultar el expediente del proyecto a principios de febrero para comprobar si
cumplía la normativa, sin resultado alguno. Ha tenido que recurrir al Defensor
del Pueblo, que ha abierto expediente de queja, pero cuando ya han cortado los
árboles y no hay remedio.
Ahora los verdes han podido ver los permisos de tala. En todos ellos se
habla de lesiones graves de los árboles en forma de «oquedades y pudriciones en
ramas principales», pero pudieron comprobar con los troncos ya cortados cómo
esa descripción no se ajustaba a la realidad. El Ayuntamiento había hecho la
misma ficha-tipo para todos los árboles, cuando había ejemplares tan jóvenes y
sanos (en línea con lo aquí descrito hace 15 meses) que sus troncos no tenían
ni 20 centímetros de diámetro.
Y en cuanto al incalificable argumento supremo, la Torre del Oro no se ve
desde la Puerta de Jerez, salvo que el espectador se coloque en el extremo Sur
de la misma. Y aunque hayan cortado los árboles de Almirante Lobo, obstaculizan
la visión desde esa estrecha franja de terreno una doble hilera de más
plataneros sembrados durante la reforma de Monteseirín para el tranvía, un gran
quiosco o similar y la doble fila de toldos con micronizadores de agua que
protegen los numerosos veladores autorizados por el gobierno municipal para
hacer caja.
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