martes, 24 de septiembre de 2019

¡Pobre Avenida de La Palmera!



El Paseo de la Palmera.

Tuve la alegría en el mes de julio pasado de conocer la noticia de la replantación de nuevas palmeras datileras en esta emblemática avenida. Hace mucho tiempo que llevo comprobando su estado, desgraciadamente, cada vez más deplorable. Una avenida de 1.358 metros que fue trazada en 1910 por el arquitecto regionalista Juan Talavera para dar expansión a la ciudad hacia el Sur y hermosear la entrada a Sevilla desde Cádiz para la Exposición del 1929. Su nombre se debe a una palmera situada en el centro de la glorieta final de este paseo, hoy llamada Plus Ultra, junto al estadio del Real Betis Balompié.

El diseño se completaba con el jalonamiento de casas palacios y chalés de estilos regionalistas e historicistas, al gusto de la época, y ocupados por la alta burguesía, todo dentro de un concepto armonioso del entorno.

Mis abuelos disfrutaron de sus paseos desde el centro; incluso tengo fotos de mis padres paseando por ella cuando eran novios. Era el entretenimiento de casi todos los sevillanos, y más por su conexión con el parque de María Luisa. Yo he tenido la suerte de vivir siempre cerca de la misma, por lo que ha sido un camino de paseo, de transcurso y de placer, desde mi infancia hasta ahora. Me he sentado en sus bancos desde siempre, con mis abuelos, e incluso con mis padres ya mayores. ¡Pero quién no ha descansado en ellos o ha tomado el sol en invierno o ha leído algún libro o periódico!

Guiada por el cariño que encierra para mí esta avenida, escribo para concienciar de que faltan muchos árboles. La plantación de estas palmeras que os cuento, es algo irrisorio con los datos que os doy: nada más que por los tocones de las palmeras datileras cortadas, a groso modo, faltan 33 ejemplares; de naranjos, 25, y de robinias, 93, que son las encargadas de dar sombra al paseo central. Cifras que pueden duplicarse, pues hay espacios de 50 ó 100 metros que son eriales, en los que no existen ni siquiera huellas de los tocones. Y solo he contabilizado 7 bancos, en muy mal estado, un número escaso dentro mi recuerdo.



La Avenida de la Palmera se merece una actuación digna, un respeto a la memoria de nuestros abuelos. Actualmente, nuestro consistorio quiere ampliar la declaración del Patrimonio Mundial de la Unesco. ¿Y qué sentido tiene que este acceso maravilloso de la ciudad esté como está? Del mismo modo. permite la destrucción de jardines y el derribo de chalés a lo largo de este trazado: el último, “La botella”, llamado así en recuerdo a la botella que tenía el Pabellón de Cordoniu en la Exposición del 29, para ocuparlo con volumétricas edificaciones que rompen el espíritu de su diseño inicial.

El escritor, José María Requena, con aires gaditanos, así le cantó:

Entre el parque y el río
hay perfume de espumas en el aire.
Cádiz se enreda presentida
en el compás de las palmeras altas
y el corazón late por los ojos
en playeros acechos
a morenas muchachas nadadoras
Marisol Buero Martínez
Septiembre 2019

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